Estrenada el 29 de octubre de 1993, ‘Pesadilla antes de Navidad’ se ha convertido en un clásico navideño (o no tan navideño) y en un hito en la industria del cine animado, cautivando a audiencias de todas las edades y sirviendo de inspiración para muchas generaciones posteriores de artistas y cineastas.
«Niños, niñas y los demás, vengan, pues les voy a enseñar un extraño y gran país que se llama Halloween»
No hay duda: todos los 31 de octubre hay una canción que resuena en nuestra cabeza con fuerza, como una sinfonía del infierno. Esqueletos, monstruos, fantasmas, brujas, gatos negros, calabazas y científicos malvados bailan a nuestro alrededor, pero no nos dan miedo. Sí, la melodía es sumamente terrorífica, con compases que ponen los pelos de punta, pero despiertan en nosotros una nostalgia insólita.
Desde que vio la luz hace 30 años, el rey de las calabazas Jack Skellington y su ‘Pesadilla antes de navidad’ se ha convertido en un visionado indispensable para la noche de Halloween, así como en una película de culto. Y es que la obra de stop-motion, dirigida por Henry Selick y basada en una idea original de Tim Burton, tiene todo lo que uno puede desear: música, nieve, drama, romance y grandes personajes.
Aprovechando este 30º aniversario de su lanzamiento, es el momento para recordar y explorar esta película que ha dejado una marca imborrable en la cultura popular.
El origen de la pesadilla
1982. Tim Burton es un joven animador becado con una oportunidad de trabajo en Walt Disney Studios. Dotado de una imaginación vertiginosa, el joven Tim se centraba en su peculiar manera de ver el mundo, creando poemas y dibujando personajes desproporcionados. Fue en ese momento donde el director creó un pequeño poema que sentaría las bases para el posterior proyecto.
Tras su despido de los estudios por su manera tétrica de diseñar, Burton dejó atrás algunas ideas, pero sin duda ésta no fue una de ellas. En 1990, Burton llegó a un acuerdo con Walt Disney para llevar a cabo su proyecto: “Pesadilla Antes de Navidad”.
La película fue considerada demasiado “oscura y aterradora para los niños” por los estudios del ratón, lo que llevó a que fuera lanzada bajo el sello de Touchstone Pictures, una subsidiaria de Disney. A pesar de las dudas iniciales, la película fue un rotundo éxito en taquilla, recaudando más de 76 millones de dólares en su estreno inicial, superando con creces su presupuesto de 24 millones de dólares.
Disney se tuvo que tragar sus palabras a base de merchandising y ediciones limitadas.
Miles de cabezas, notas de pesadilla y pedazos de empoderamiento femenino
Henry Selick, encargado de llevar a cabo la dirección y rodaje de este clásico (y, por lo tanto, hay que darle los méritos que se merece), realizó un trabajo titánico a la hora de llevar este proyecto de stop-motion, levantando desde cero sets elaborados a mano y muñecos sacados adelante gracias a un trabajo minucioso y detallado que llevó dos años de rodaje. Solo en el caso del personaje principal, Jack Skellington, necesitó alrededor de 400 cabezas diferentes para lograr las expresiones faciales necesarias.
Otro aspecto destacado es su increíble banda sonora. La gran musa musical de Burton, Danny Elfman, ha dejado una huella imborrable en las memoria musical de los espectadores, con canciones como “Esto es Halloween” (“This is Halloween”) o “¿Qué es?” (“What’s this?”), convertidas en auténticos clásicos versionadas por multitud de cantantes.
Canciones que se funden con sus personajes, fuertes e interesantes. A destacar por su extrañeza el caso de Sally, monstruo de Frankenstein en femenino creada con el fin de obedecer de su maestro. Sin embargo, es un espíritu libre, valiente, inteligente y resolutiva, siempre dispuesta a romper las reglas y buscar soluciones a los problemas que se le plantea. Sally sueña mucho más allá de Halloweentown, tiene metas y ambiciones, huyendo de todo aquello que le hace mal y centrándose (sin obsesionarse), en aquello en lo que puede hacerla feliz, como Jack.
Y es que, a pesar de que estamos hablando de una película con una ambientación tétrica, llena de rincones oscuros y personajes no demasiado agradables, la historia de amor que se desarrolla entre ambos personajes no es tóxica. Sally y Jack no tienen una relación de dependencia o de necesidad enfermiza, sino de una amistad, un respeto mutuo o una complicidad que ha ido más allá.
Celebrando 30 años de pesadillas y alegrías
Con motivo del 30º aniversario de “Pesadilla antes de Navidad”, Disney está organizado diversas celebraciones y eventos especiales en todo el mundo. Con una relanzamiento de la película en cine, nuevos productos y fiestas temáticas en los parques y resorts de Disney.
En definitiva, “Pesadilla antes de Navidad” es mucho más que una película”, es un fenómeno cultural que ha dejado una huella imborrable en la industria del cine y en los corazones de los espectadores. Su combinación única de stop motion, música memorable y una historia cautivadora ha hecho que perdure a lo largo de los años y se convierte en un clásico atemporal.
¡Felices (o no) 30 años, “Pesadilla antes de Navidad”!
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