No todo va a ser sustos y sangre en esta vida, por eso, hoy recopilamos cinco clásicos de nuestra infancia que solo nos hizo temblar de miedo, sino también despertó nuestras mayores simpatías. ¡Empezamos!
El miedo es un sentimiento humano básico con reacciones muy diversas. Te puede paralizar, dejarte con los pies clavados al suelo y los ojos abiertos, sintiendo el corazón palpitar como si fuera su última vez realizando esa función. O puede vigorizarte, sentirme más vivo que nunca, en plenas facultades y con ganas de despertar esa adrenalina oscura que hay en el interior de todos nosotros.
Tanto si nos gusta sentirnos en peligro como en nuestro elemento, el terror nos ha acompañado a lo largo de nuestras vidas, adaptado a nuestros intereses. Y en ese Disney ha tenido un papel fundamental: cuando llegaba Halloween, esos especiales en el canal nos hacían sentir ambas cosas, porque nos encantaba ver las películas y series que emitían a pesar de que tuviésemos que gritar y escondernos entre los cojines en ocasiones.
Para rememorar esos momentos en los que los fantasmas daban mucho más respeto e inquietud que ahora, te traemos 5 clásicos de nuestra época, disponibles en Disney+, para que pases un fin de semana de miedo (y, si tienes primos o hermanos más pequeños, o personas que no han disfrutado de estas películas y sagas, es el momento de darles una buena tarde de sustos).
¡Preparad palomitas y calentad la voz para reír y gritar con fuerza!
La mansión encantada (2003): un clásico a la orden del día
Hace unos días hablábamos de ‘Mansión Encantada’, la nueva película de Disney que hablaba de casas embrujadas, espíritus y sustos. Y en la reseña, que podéis leer en nuestra web, mencionábamos este clásico, encabezado por un Eddie Murphy en su pleno apogeo, que llego a nuestras pantallas para darnos a conocer una historia de amor repleta de sustos (siempre patrocinados por Ramsley y sus entradas imprevistas) y fantasmas malvados.
El retorno de las brujas (1993): cuando todas quisimos ser brujas (y a la vez alejarnos de ellas)
Después de coreografiar películas tan importantes en la historia de cine como ‘Dirty Dancing’, o de darnos películas memorables en Disney como ‘High School Musical’, Kenny Ortega se estrenó como director con ‘El retorno de las brujas’ (o ‘Hocus Pocus’, en inglés). Un trío protagónico de brujas de Salem que, invocadas por accidente durante la noche de Halloween, prometen sembrar el caos y acabar con todos los niños del lugar.
Con una secuela a sus espaldas, un reparto de ensueño y un número musical para el recuerdo, esta comedia de Disney te dejará un buen sabor de boca y la piel de gallina.
Halloweentown (1998): un pueblo de miedo
Otro clásico de miedo en la factoría Disney que también ha tenido secuelas, con mayor o menor acierto. Una adolescente con poderes que persigue a su abuela a un pueblo repleto de monstruos y criaturas sobrenaturales es el comienzo de una aventura tan aterradora como divertida.
Con la participación de grandes figuras del cine, como la eterna Debbie Reynolds, es un clásico del Disney de miedo que sin duda merece un visionado.
Pesadilla antes de Navidad (1993): un imprescindible que cala en los huesos
Si hablamos de clásicos de Disney de miedo, está película es la madre de todas ellas por razones de peso (y no, una de ellas no es que sea una fanática del trabajo de Burton, aunque podría ser). Dirigida por Henry Selik con una idea concebida por Burton, ‘Pesadilla antes de Navidad’ tienen tan anécdotas en su creación como en su distribución y que dan para otro artículo fácilmente.
Un musical macabro de culto, una experiencia narrada en stop motion con un hilo conductor de canciones compuestas por el siempre acertado Danny Elfman que te provocarás las pesadillas más animadas de la historia (y una BSO que no dejarás de cantar).
Frankenweenie (1984): el origen del rey de lo extraño
Esta lista no podía acabar de otra manera tratándose de mí. Y no, no es la peli posterior la que os quiero animar a ver, sino el cortometraje estrenado en 1984, siendo uno de los primeros trabajos de Burton, su segundo cortometraje en Disney. Un cortometraje de 27 minutos que crea una alternativa conmovedora a la par que monstruosa al clásico de Mary Shelley, y que levantó las alarmas en Disney, que acabó despidiendo a Burton por su manera de contar historias (y que se acabó comiendo sus palabras posteriormente).
Y es que, jugando a las realidades alternativas, ¿qué hubiera pasado si Burton hubiera seguido trabajando bajo la influencia Disney?
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