La segunda temporada de este espectáculo, producido por Stage Entertainment y basado en la película de animación de Disney, puede verse en el Teatro Coliseum de Madrid
Arriba el telón. Una o dos horas después, los actores y las actrices reciben las ovaciones de los espectadores. Todo lo que sube, baja. Se apagan las luces y se pone fin al espectáculo en el teatro hasta la próxima función. Pero, ¿qué hay tras las bambalinas?. Desde nuestras butacas, el público vitoreamos lo que vemos, el elenco de artistas, pero nos olvidamos siempre de mirar más allá. Peluqueros, maquilladores, diseñadores de vestuario, tramoyistas, escenógrafos, profesionales de la imagen, el sonido y la iluminación, músicos, periodistas, creativos, acomodadores o taquilleros, personas anónimas, invisibles, que son claves para el éxito de cualquier producción teatral. Aplaudimos a reputados cineastas, cocineros Michelin o prestigiosos modistas, pero nos cuesta reconocer a los que hay detrás. ¡Diamantes en bruto que merecen nuestra atención!.
El pasado sábado, el Coliseum se sumó a la iniciativa 'Madrid Otra Mirada', organizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de la capital con el objetivo de acercar de manera gratuita el arte madrileño. En esta undécima edición, 'Aladdin, El Musical' puso el foco en aquellas personas que hay en los créditos teatrales. El evento contó con la presencia de Alejandro de los Santos, director residente, Xavier Torras, director musical, Sheila Curiel, de maquillaje y peluquería, María Regidor, de vestuario, Gonzalo Lisiardi, jefe de regiduría y Daniel Garod, swing. Además, Álvaro Puertas e Ian Paris, Jafar y Iago respectivamente, representaron una pequeña escena en el escenario.
Unos 14 millones de espectadores en todo el mundo han podido disfrutar de 'Aladdin, El Musical'. Con su segunda temporada en Madrid y producida por Stage Entertainment, Alejandro de los Santos, director residente, explicó que "este espectáculo de aventuras es para todas las edades". A su vez, como anécdota relató que cuando el mago Pop fue a una de las representaciones, se sorprendió por los efectos especiales "puramente Disney". Primer deseo para el genio: dejar sin palabras a un experto en la magia.
'El Rey León', 'La Sirenita', 'La Bella y la Bestia' y 'Aladdin' no sólo revolucionaron el cine de animación sino también el género musical. Frente a lo cantado de 'El Fantasma de la Ópera', estas rompieron con lo anterior, ya que además de escenas habladas, introdujeron música y baile bajo una estructura de teatro clásico. Xavier Torras, director musical, señaló que la historia del ladrón de la lámpara mágica es "un icono universal, que conecta con el público". Además, recalcó que hay que poner en valor a Alan Menken, creador de la obra, porque "arriesgó mezclando un cuento árabe con las big band americanas de Frank Sinatra". Formado por una orquesta de diez músicos -viento metal, cuerda, batería y percusión-, en directo, este show es sinónimo de "color". Segundo deseo: tener un genio crooner.
Aunque es fidedigna a la película de animación de Disney, esta producción teatral está basada principalmente en el guion original del filme, que fue descartado por la compañía cinematográfica debido a su larga duración. Esta versión más apegada al tour de los Estados Unidos que a la que se representa en Broadway incluye nuevas canciones. En relación con el cambio de la letra, Torras explicó que "se busca ser lo más fiel posible a la dramaturgia teatral, donde prevalezca este sentido por encima del musical". Con las traducciones se pierde bastante por eso, 'Aladdin, El Musical' recupera a la madre de todas las partituras. Tercer deseo: sobrevolar la nostalgia en una alfombra mágica.
Dentro de la Cueva de las Maravillas
Más de 140 profesionales, entre ellos 26 son intérpretes, hacen posible casi todos los días la representación de 'Aladdin, El Musical' en el Teatro Coliseum. Sheila Curiel, de peluquería y maquillaje, comentó que debido a que tienen una contrapartida animada se ha buscado "la caricaturización de los personajes, sobre todo de los villanos". Por ejemplo, a Jafar le han marcado las cejas o le han puesto un bigote con forma de cobra, su símbolo por antonomasia, para reflejar su majestuosidad.
Álvaro Puertas, actor que interpreta al antagonista, señaló que lo más difícil de su personaje es "el proceso de caracterización, ya que dura 45 minutos". Además, explicó que lo que más le gusta de ser Jafar es "jugar a ser malo durante un tiempo, debido a que es algo que no suelo hacer en la vida real".
Más de 250 piezas y casi 1500 cristales de Swarovski componen el vestuario de este espectáculo. María Regidor, encargada de este departamento, afirmó que "Aladdin es un musical donde existen contrastes: el protagonista usa colores claros, mientras que el villano, oscuros". Para humanizar al loro Iago, se confeccionan looks que simulan plumas y se hacen uso de pelucas con flequillo en punta como si fuera el pico de este pájaro tan charlatán. Ian Paris, que interpreta este personaje, matizó que le resulta fácil meterse en este rol porque ambos son "pícaros y traviesos".
Alguna vez os habéis preguntado, ¿qué ocurre cuando hay un accidente durante la función?. Los swing son la solución. Daniel Garod es uno de ellos. Son actores que "entendemos la obra y cubrimos a los intérpretes cuando hay algún problema". En su caso, puede reemplazar a siete, pero dentro de la compañía, hay diez personas que pueden desempeñar este mismo rol. Como se dice popularmente, el show debe continuar.
Más de 300 movimientos de maquinaria y 427 luces en los que Gonzalo Lisiardi y su equipo de regiduría toman las riendas para que "todo quede en armonía y salga a la perfección". Cuando vayáis a 'Aladdin, El Musical', recordad quiénes hay tras el telón y hacen "lo imposible, posible" para que el público disfrute de este espectáculo en el Teatro Coliseum. ¡Nunca viene mal un aplauso y un reconocimiento!.
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