Hace unos meses estuve en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, la SEMINCI, donde tuve la grandísima suerte de ver una película que me sorprendió para bien a tantos niveles que provocó que saliera de aquel festival con una sonrisa triste y a la vez esperanzadora.
Aunque en mi opinión, revelar de qué trata una película siempre arruinará parte del efecto que produce en el espectador, me veo obligado a hacerlo. How to Have Sex (2023) es el primer largometraje de la joven directora británica Molly Manning Walker. En esta historia se nos relatan las vacaciones de verano de tres adolescentes británicas en Malia (Grecia), aunque una de ellas no se siente del todo cómoda al cargar con la idea de que sigue siendo virgen en un ambiente de desenfreno, drogas, alcohol y sexo."
Un relato tristemente humano
La película es igualmente humana, cruda y triste, así es. Muestra de primera mano ese tipo de ambiente joven y desenfrenado sin ocultar nada, mostrando tanto la luz como la oscuridad del mismo, permitiéndonos encontrar desde la alegría más estúpida hasta la crueldad y el miedo más terrible.
Es un relato íntimo, personal y muy sincero, que nos ofrece un final muy realista, el cual, aunque apesadumbrado, tiene toques de esperanza. En conclusión, es una historia que, aunque tristemente refleja la realidad, se siente única al ser relatada con tanta claridad, sin exageraciones de ningún tipo.
Unos personajes que ya conocemos
Que no se malinterprete, no quiero decir con esto que sean malos; al contrario, son extremadamente buenos y muy bien elaborados. Por eso los conocemos, porque podemos ver a través de ellos a personas que hemos conocido en una fiesta, en el trabajo o incluso a amigos nuestros en esos personajes.
Son tan humanos que todas sus acciones cobran sentido en la trama, pues son personas, al igual que nosotros, se equivocan, cometen actos malos, son crueles, amables, falsos, sinceros; algunos nos caen bien, otros regular y otros terriblemente mal.
Unas actuaciones espectaculares
No conocía a ninguno de los actores y actrices de esta película, debo admitirlo, pero me han dejado tan sorprendido como maravillado. Las actuaciones están tremendamente bien logradas; puede parecer extraño, pero cuanto más humanos son los personajes, más difícil se hace interpretarlos. Sin embargo, todos los actores y actrices principales cumplen esta labor a la perfección.
Eso sí, quien merece el mayor reconocimiento es la joven actriz Mia Sasha McKenna-Bruce, quien realiza un excelente trabajo con su personaje, permitiéndonos sentir lo que ella siente. Sin lugar a dudas, Mia ha interpretado el papel magistralmente; durante la proyección en el Teatro Calderón de Valladolid, experimenté alegría, rabia, tristeza y todas las emociones posibles gracias a su actuación.
En conclusión
Esta película me parece una joya en movimiento, una masterclass tanto en actuación como en la creación de personajes realistas. Sin duda, la joven directora ha puesto todo su empeño al escribir este dramático relato, y ha obtenido unos resultados muy sobresalientes.
