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Crítica | Poor Things: Un sueño febril de cine

Giórgos Lánthimos vuelve a la carga con su última película “Poor Things” (2023), introduciéndonos en un extraño sueño lleno de preguntas existenciales, macabras e interesantes junto a un desenfreno de colores e historias de lo más singulares.



Intentaré no destripar nada de la trama, pues aun el más minimo detalle no merece ser descubierto. Poor Things cuenta la historia de una chica (Emma Stone) llamada Bella, la cual tiene aparentemente una mentalidad de un bebé (aún viéndose como una mujer de treinta años), es así como huye de su casa con su amante para emprender una aventura a lo largo de varios países que le ayudará a descubrir el mundo y entender a los personajes que le rodean.


¿Qué locura no? Me encanta

Todo, absolutamente todo, se siente como un sueño (o pesadilla) febril, nada es real pero deseas que sea así, generando que disfrutes de manera abismal el decorado, los colores, la puesta en escena, los trajes, los vestidos…


Y claro, todo esto sumado a la palea de colores (aunque el inicio sea un blanco y negro ), las maravillosas actuaciones y la peculiar historia genera un estado de fantasía en uno que provoca que no podamos dejar de mirar lo que ocurre a nuestra querida Bella Baxter.



Manejo de la cámara impecable

Venga Giórgos, lo pillamos, tus planos molan. Esto es innegable, esta locura de película debía de hacerse en ciertos momentos con planos arriesgados y extraños para dotarle de se aura fantástica, eso sí, sin pasarse por completo, pues esto haría que el espectador se distancia, pero aquí no, se utiliza a la perfección.



Aunque cabe destacar que es cierto que hay un visible abuso del efecto de ojo de pez al inicio del largometraje. A veces resulta una genialidad, pero claro, al verlo innumerables veces en el planteamiento de la historia y que muchas de estas ocasiones está metido con calzador da la sensación de que Giórgos ha descubierto un filtro de Instagram y no para de utilizarlo.



Emma Stone tiene que ganar el Oscar

Aquí la actriz está espectacular, sobretodo el inicio, siendo su actuación una masterclass de arte dramático. Sus expresiones, sus andares, su forma de hablar, todo, hace que te creas totalmente que es un bebé y que no resulte tan extraño, sino enternecedor y gracioso. Cosa que se da durante toda la película a medida que va madurando Bella, sintiendo al final gran admiración por ella al coger las riendas de su vida.



Esta película da mucho más de sí

Que no se me malentienda, me refiero a mi artículo. La película está plagada de alegorías, preguntas existenciales y tantos mensajes ocultos que daría para cinco artículos más, con lo cual recomiendo encarecidamente su visionado.


Y si eres como yo, que otras películas del director como Kynódontas (2009) ,The Killing of a Sacred Deer (2017) o The Lobster (2015) te han gustado bastante pero les falta algo, pues déjame decirte que aquí, Lánthimos, lo ha encontrado.

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