CutreCon se reafirma una vez más como el festival de cine más divertido y bizarro. Películas locas como Plancton, The Velocipastor, documentales sobre los héroes de acción de la Cannon, clásicos de culto como Super Mario Bros o The Room hacen las delicias del público, entre los que nos incluímos.
Pero lo mejor no es la programación, o los invitados, en esta ocasión el mismísimo Greg Sestero o Silvia Superstar, que recibió el premio Applehead , no. Lo mejor es el ambiente, disfrutar con los colegas de esta experiencia colectiva. Es cierto que el cine de serie B y Z se disfruta mucho, sólo o acompañado, pero nada iguala la sensación de verlo en pantalla grande rodeado de gente que comparte esa afición.
Algo similar vivimos cuando Syfy estrenó en pantalla grande Sharknado– todas y cada una de las entregas- el Palacio de la Prensa estaba tan a rebosar como en la CutreCon, y al finalizar la película la gente se levantaba, aplaudía y pedía que se volviera a proyectar. Y en eso, este festival no tiene parangón.
La CutreCon con sus títulos locos, cutres en efectos especiales, con actuaciones de risa por parte de los protagonistas de los filmes nos hace evadirnos de verdad, pasar cinco días inolvidables y ansiar un año más el divertimento que genera. Porque sí, el cine cutre es un género a reivindicar que cada vez gana más y más adeptos. Larga vida a la CutreCon, que volverá el año que viene con su décima edición.
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