Este espectáculo, producido por Beon Entertainment y basado en el bestseller del escritor estadounidense, Noah Gordon, puede verse en el Teatre Apolo de Barcelona
“Érase una vez” y “colorín colorado este cuento aún no ha acabado”, una introducción y un desenlace jamás narrados. Con historias, leyendas, fábulas o mitos de “vivieron felices y comieron perdices”, crecemos. ¿Puede ser esta ave una pequeña metáfora de la vida? Me explico. De textura seca, desaborida y con unos cuantos huesecillos, que te dificultan el tragar. ¿No os recuerdan estas formaciones óseas a las piedras que entorpecen nuestro camino y que muchas veces nos dejan sin aliento? Como comensales, una suculenta salsa y unos buenos acompañantes pedimos para convertir esta experiencia gastronómica insulsa en mágica y gocha. Sal, pimienta y picante en forma de anhelos, luchas, sonrisas, lágrimas, caídas o cambios, condimentan nuestro día a día. Hasta que no exista el punto y seguido, disfrutemos de esta aventura como si no hubiese otro amanecer. “Se podría decir algo así. La verdad es que en vez de una hada madrina, pues ha sido con mucho trabajo, formación y esfuerzo. Al final es un poco esta cosa de que el momento llega cuando menos te lo esperas. Tienes que trabajar y estar enfocado en ello para que aparezca esa oportunidad de ser esa Cenicienta”. Esther Santaella no cree en los “colorín colorado este cuento ha acabado”, que siempre nos han contado. Entre las cenizas de los casting y las “calabazas” que le han dado, cada mañana al despertar, con sus zapatos de cristal sigue luchando para alcanzar sus sueños: el TEATRO. Aunque ella no es Ana Mena y “no venga de Málaga para el mundo”, esta princesa lorquina lo tiene bien claro: “De Murcia a hacer historia en los primeros musicales de creación española”. Así reza el titular de esta entrevista y así comienza su periplo hacia su destino.
¿Cómo empezar con un ‘Había una vez’ en el teatro? “Mi consejo, sobre todo, es saber si es lo que realmente quieres y si es así no desistir nunca. Es muy difícil a veces, porque esta profesión como todo en la vida, las cosas no pasan cuando quieres. Por eso, tienes que estar en pro de que eso ocurra. A mí todo esto me ha sucedido por no parar de trabajar, de formarme en todas las disciplinas que existen, de moverme de aquí para allá, pero principalmente, en no detenerme jamás”, destaca esta joven actriz murciana, que tras participar en ‘A quién le importa’, ‘Ghost, El Musical’ y ‘El Tiempo entre Costuras, El Musical’, “siempre me recuerdo que esto es un deseo cumplido y que tengo la suerte de haber vivido estas producciones que son increíbles. Estoy muy agradecida, de verdad. De la oportunidad que me dan por mi trabajo. De haber luchando día tras día sin perder la ilusión de llegar ahí. Para mi es un sueño hecho realidad”, emprende una aventura de gran magnitud. El Apolo de Barcelona, un billete para (re)descubrir ‘El Médico, El Musical’. Producido por Beon Entertainment y basado en el bestseller del escritor estadounidense, Noah Gordon, este espectáculo es “una historia muy profunda, que no pasa por encima como en otras obras. A mí me fascina y me llena muchísimo. A veces lo veo desde fuera para tomar notas y a mi todos los días me emociona. Yo viajo con Rob y es increíble. Es una locura el equipo que hay detrás para sacarlo adelante. Hay gente que tiene más de 20 cambios de vestuario. Siento mucha gratitud por formar parte de este proyecto”. De acuerdo a Esther Santaella, “entrenamos a fondo para ser un deportista de élite. Tienes que aguantar, descansar cuando no estás actuando, combinar entrenamientos con actuaciones y descansos y estar preparado para lo que vendrá. Por ejemplo, ahora como swing puede ser que concretamente esté cuatro días sin función, que a lo mejor hago nueve de golpe porque ha surgido un imprevisto o una actriz se ha puesto enferma”.
“Hace mucho tiempo, cuando la Tierra todavía estaba formándose y los animales aún parloteaban…” Aunque suene remoto y extraño esta fórmula, se de lo que os hablo. Antes de surcar las arenas del desierto y de las telas, Esther Santaella aullaba como una loba en ‘El Libro de la Selva’ y rugía como una leona en ‘De Simba a Kiara. Tributo a El Rey León’. Todo cuento de hadas tiene un principio. Antaño, esta historia comenzó incluso antes de que pisará la Gran Vía madrileña. “Creo que a mí me vino desde pequeña. No sabía que existían los musicales como tal. Los había visto obviamente en las películas de Disney, que es el primer acercamiento que casi todos hemos tenido con este género. No era consciente de que eso se realizará en el teatro. Siempre me debatía entre ser actriz, cantante o bailarina. Cuando tenía 14 años fui a Madrid a ‘40, El Musical’ y a partir de ahí, dije “vale, esto es lo que yo realmente quiero”. Ya había hecho obras, iba a danza y me estaba formando, pero desde un punto de vista de niña, que no piensa que esto pudiese tener una vertiente profesional y que fuese su futuro. Tengo la necesidad explícita de comunicar, de hacer sentir y reflexionar como a mí me han hecho estos shows”. En 2018, se gradúo en la Escuela de Arte Dramático de Murcia, “tuve muy buenos profesores y todos hemos pasado por aquí. Perfeccionas muchas habilidades y tocas todas las disciplinas que existen. Considero que si aguantas esos cuatro años es porque realmente quieres dedicarte a esto. Te das cuenta que no es un hobby cuando resistes a las clases. Ahí coincidí con Javier Ariano, protagonista de ‘Los Pilares de la Tierra’. Es súper bonito que dos murcianos de este centro estemos protagonizando dos espectáculos españoles, de creación propia. Gracias a Beon Entertainment podemos afirmar: “¡mira!, aquí los murcianicos y la ESAD recorriendo el mundo”, pero os voy a contar una anécdota y es que antes de ser artista, fue Lois Lane. En efecto, durante un curso fue compañera mía de Periodismo. “No me gusta estar quieta. Es verdad que toda mi formación va un poco más enfocada al arte, pero sí que me he planteado acabar la carrera en algún momento. No le llamaría segundo plan, le llamaría otra hoja de ruta. No se sabe las vueltas que da la vida. Hay épocas de más trabajo, de menos, que te apetece estar más quieta y viajar menos. Ahora mismo estoy abierta a moverme de ciudad, sin embargo a lo mejor algún día quiero quedarme en la capital y estudiar otra cosa. Nunca me cansaré de aprender, la verdad. Siempre estoy abierta a cualquier reto, pero en mi situación actual no podría dedicarle las horas que se merece y que se necesitan para sacarla adelante”, matiza.
“Todo al final en la vida tiene sus pros y sus contras, pero aquí hay muchísimo más de lo primero. La gente hace por viajar y verme y yo hago lo mismo, pero a pesar de tener morriña por mi tierra, merece la pena este viaje. Es una parte de esta aventura del artista, que siendo sincera convivo bien con ella. Y bueno, llevándolo también al musical, en ‘El Médico’, el protagonista va desde Londres hasta Isfahán para cumplir su sueño de ser médico y deja todo, incluso sabiendo que no va a poder volver nunca. Cuando regreso a la región, siento como si no hubiese pasado el tiempo. Tengo muchas ganas de volver a Murcia, de ver a los profesores. Soy murciana, los murcianicos somos muy murcianicos y siempre la llevamos en el corazón”, afirma esta intérprete que después de trabajar en Tenerife, Mallorca, Madrid y estar de gira, ahora se encuentra en la ciudad condal. Desde Barcelona, nos cuenta por teléfono que lo más fácil para no padecer tanta añoranza es crear una familia, aunque sea entre bambalinas. No se si será Phoebe, Rachel o Mónica, pero en el piso junto a Alba Cuartero y Pedro Estrada seguro que se respira aire de sitcom. “Siempre digo “he tenido mucha suerte”. Las compañías al final es crear lazos familiares porque vives en el teatro, donde compartes muchísimo, desde ensayos, frustración, vulnerabilidad a alegrías. En concreto este año con Alba y con Pedro, la verdad que es un gusto porque en ‘El Tiempo entre Costuras’ nos llevamos genial, y tenemos todavía muchos recuerdos de esta obra, que se llevó, hace unos días, el reconocimiento a Mejor vestuario en los Premios de Teatre Musical.cat. Poder compartir esta nueva experiencia con ellos y haber llegado a este lugar sintiendo que tengo un hogar, ha sido genial. No ha habido que construir nada. Y luego encima somos fans de ‘Friends’ los tres y lo tenemos todo el día puesto de fondo en casa. ¿Qué más puedo pedir?”, subraya.
En el nudo del asunto, ¿dónde podemos verte en ‘El Médico, El Musical’? “Aprendiéndome varios roles del elenco. En un espectáculo de estas características, están los principales y secundarios y luego el resto del reparto, que son como los que hacen muchos papelitos pequeños como por ejemplo, las coreografías. No tienen un papel concreto que interpretar a lo largo de la obra. Entonces, yo soy la persona que está en el camerino para cuando hay que rotar. En otras palabras, cuando la gente necesita descansar o cuando alguien se ha puesto enfermo, es mi turno. Mi función ahora mismo es estudiar en profundidad lo que hacen las chicas y estar preparada para salir cuando haga falta. Hay semanas que solo realizó una actuación y otras las actúo enteras, incluso con doblete ese mismo día y cada pase con un personaje distinto”, explica Esther Santaella acerca de lo que es un swing, una figura clave en estas producciones. La mayoría de los shows cantados y bailados cuentan con varios miembros que desempeñan este cargo. En este caso, están Pedro Estrada y ella misma. Para esto, se requiere estar en un high level, ya que como afirma la intérprete, “tienes la cabeza siempre a mil por hora. Debes guardar cada track en un compartimento y tenerlo muy claro. La verdad que es un trabajo que demanda entrenamiento y muchas tablas para estar en el escenario sin haber ensayado nunca con tus compañeros. Debe parecer que lo has hecho toda la vida sin que los nervios te jueguen una mala pasada. Pero, también te da la oportunidad de vivir la historia desde varios puntos de vista, en diferentes posiciones. Es cierto que no descansas la mente nunca durante toda la temporada, sin embargo me resulta divertido. Para actores y actrices como yo, con inquietud, nos viene perfecto”.
Si ser swing no era suficiente, esta joven actriz también asume el cargo de dance captain. Aunque suene muy marvelita como Capitana Marvel y Capitán América y no salve vidas, esta heroína del ritmo protege este espectáculo. “Es la persona que se encarga de que todo lo que ha montado la coreógrafa, Amaya Galeote, se mantenga igual que su versión. Otra de sus funciones es solucionar cosas, si de repente hay un día que falta una persona por una lesión o hay que modificar algo, pues custodiar el montaje creado. Ahora, por ejemplo, hay que formar a los covers, que son los que van a sustituir a los protagonistas en el caso de que haya rotaciones o bajas. Entonces se ensaya con ellos y concretamente, les enseño los bailes, les ubico, les doy pautas y apunto aquellos pasos que se han desdibujado durante la función. En estos momentos, estoy dividida dentro y fuera del escenario. Tengo que controlarlo todo desde ambos ángulos”, nos comenta la nacida en Lorca que puntualiza que ‘El Médico, El Musical’ a nivel coreográfico “no es complicado. Lo difícil en sí es la acción de la obra porque pasamos del Londres de la Edad Media sucio y oscuro a la escena de la panacea y luego de repente, al desierto. Es muy importante el elenco para hacer este show. Los personajes cuentan su historia, pero sin estas coreografías y este movimiento, el crear el ambiente de Isfahán, por ejemplo, no funcionaría y no se entendería del todo. Digamos que está coreografiado hacia la interpretación, no tanto en técnicas para lucirnos como bailarines, sino como para apoyo interpretativo”.
“Es historia de España lo que está haciendo Beon Entertainment. Es un espectáculo en el que te puedes sentir identificada con Rob Cole, una persona que persigue sus anhelos en una época complicada. Es como la lucha del héroe por su sueño, llevada al máximo. Es precioso a nivel musical, gracias a las partituras de Iván Macías. Además, es una locura escuchar cada noche a sus protagonistas, Fede Salles, Alba Cuartero, Paco Arrojo, Josean Moreno, entre otros. Por ejemplo, al final del primer tiempo, no hay día que no me emocione. Y luego visualmente te deja sin palabras. De repente pasa de las calles oscuras de Londres a Isfahán, súper colorido, con totalmente otra escenografía. El primer acto parece una cosa y el segundo parece otro musical estéticamente distinto. Es una maravilla. Entonces, yo creo que si juntas un sólido argumento con excelente texto, buenas canciones, cantantes y actores estupendos y esa estética, en resumen, es algo que nadie se puede perder”, así describe Esther Santaella ‘El Médico, El Musical’. Un show que va a marcar el desenlace de este 2024 teatral. Antes de que os diga “y virulento virulento este cuento se lo llevó el viento”, pillad las entradas en el Teatre Apolo de Barcelona y no os quedéis sin vuestra dosis de panacea universal.
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