La Casa de Papel: ¿Y si el dinero sí diera la felicidad?
La casa de papel es una de esas series en las que el espectador se ve inmerso más en los personajes que en la historia. Ocurre con Berlín, ocurre con Denver, ocurre con Nairobi y hasta con los villanos como Alicia Sierra. Otros como Tamayo, caen simpáticos, odias a Arturito e incluso a Gandía, te dejas atrapar por ellos pero, lo que está claro es que, no dejan indiferente a nadie.
Tras planificar el robo perfecto en la Fábrica de Moneda y Timbre, el Profesor (Álvaro Morte) y su banda, se toman unas vacaciones hasta que un día, capturan a Río y vuelven a la acción. Lo que iba a ser un sencillo rescate se convierte en una guerra en toda regla contra las fuerzas del orden que pondrán a prueba la relación y el temple de los protagonistas.
Cada uno tiene sus propios motivos para participar en el robo, pero, sobre todo, lo hacen por Río. Todos ellos se verán implicados en una historia épica, donde tendrán que sobrevivir a todo tipo de asedios por parte de la policía, y a los conflictos internos que surjan, mientras dure el nuevo robo y el rescate.
La Casa de Papel, es la prueba de que se pueden hacer series de calidad en nuestro país, cuando se quiere y hay ganas. Las mentes creativas que andan detrás son el guionista Alex Pina, los directores Alex Rodrigo, Alejandro Bazzano, Miguel Ángel Vivas y Jesús Colmenar. A muchos de ellos, los conoceréis por su trabajo en Vis a Vis o Mar de Plástico, este equipo creativo ha conseguido crear un thriller brillante, con una puesta en escena prácticamente impecable, y una producción que nada tiene que envidiar a series de otros países.
Es una de esas series, que te atrapa, te absorbe y te mantiene en vilo hasta el final, incluso podría decirse que es una apuesta muy arriesgada. Conseguir enganchar al espectador no es tarea fácil, hay que repartir muy bien el peso de la trama sobre los personajes, dosificar la tensión y tener una buena historia junto a unos personajes interesantes, que sean capaces de desprender carisma y con los que el público empatice (en mayor o menor medida).
Alex Pina ha desarrollado (a nuestro parecer) uno de los mejores guiones de su carrera y ha sabido rodearse de un excelente equipo, tanto de actores y actrices como de realizadores, cada episodio está cuidado hasta el mínimo detalle, y uno de los puntos que más nos gustan de la serie es el tono, un tono que entremezcla con sumo cuidado a unos atracadores casi de guante blanco con las sub tramas de cada personaje y la trama principal. Todo tiene cabida, el suspense, la acción el drama e incluso el humor.
Una serie apasionante que sorprende a cada episodio, a medida que avanza la trama, encontramos todo tipo de giros, es cierto que algunas reacciones o decisiones de los personajes, aunque improbables o no del todo creíbles, si llegan a ser factibles, pero en el fondo al espectador esos nimios detalles le da igual porque sus personajes y la historia que cuentan y cómo la cuenta es lo que importa. Incluso las propias historias que hay detrás de cada uno de ellos, tanto de los atracadores como de los policías que intentan salvar la situación.
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