Con una anterior entrega, ‘Buscando el Norte’ y una serie de televisión -fallida y sin gracia- llega ‘Perdiendo el Este’ con Julián López y Chacha Huang (Animas) como protagonistas absolutos de esta entretenida secuela.
El filme comienza casi donde terminó ‘Buscando el Norte’, con Braulio aprendiendo chino, sólo que apunto de lacanzar su sueño, cuándo todo se viene abajo y tras un lío tremendo para renovar su visado conoce a Xiao (Chacha Huang) y a su amiga, Raquel (Silvia Alonso), eso, sin contar los berenjenales en los que se meterá por amor junto a sus amigos Hakan y Rafa.
Una de las grandes ventajas de ‘Perdiendo el Este’ es que casi todos los personajes de la primera película repiten su papel y trabaja muy bien las conexiones con ‘Buscando el Norte’. Sabe muy bien por dónde hilar y, aunque repiten fórmula, funciona. Es una comedia amable, con momentos de humor “amarillo”, y otros de carcajadas fáciles. Pese a ello, hay momentos inolvidables. De hecho, dos llegando al final de la cinta que son apoteósicos.
Lo malo es que, en esta entrega, el peso del filme reace por completo sobre Julián López y su personaje, Braulio como protagonista absoluto y, pese a tener una gran química con su paternaire, Chacha Huang, no tiene el suficiente tirón para convertirlo en la estrella de la película. Tal vez ese mismo peso debería haber estado más repartido como en ‘Perdiendo el Norte’.
‘Perdiendo el Este’ tiene un buen ritmo, aunque, en algunos momentos precisamente, eso juega en su contra ya que ciertas escenas se resuelven sin más y sin desarrollar esos conflictos. Entendemos que no son tan importantes como la historia principal, pero, la hace ir a trompicones. Esto no quiere decir que la película no sea divertida e hilarante o que no funcione porque lo cierto es que es entretenida y no se hace en absoluto pesada.
Pese a todo, nosotros la recomendamos porque es divertida, nos encantan las situaciones de enredo, cogemos cariño enseguida a sus personajes y queremos seguir viéndo más de ellos.