Corría la mitad de la década de los 90 -más concretamente, 1995 – cuándo R.L.Stine llegaba a la televisión con la serie de ‘Pesadillas’, una ficción que combinaba historias de miedo y terror combinadas con humor e ingenio. Durante sus más de 70 episodios, algunos de los inquietantes personajes surgidos de la mente del escritor repetían, incluyendo a uno en particular, Slappy, el siniestro muñeco de ventrílocuo que, de una manera muy siniestra, quería formar su propia familia.
Ahora, 20 años después y tres desde que las ‘Pesadillas’ de R.L Stine llegasen a la gran pantalla con Jack Black interpretando al escritor, Slappy regresa en una mortalmente divertida secuela titulada ‘Pesadillas 2: La Noche de Halloween’.
Dicho esto, el filme es divertidísimo. Ideal para los adolescentes que quieren adentrarse en el género fantástico y que les apetece disfrutar de un poco de emoción, suspense y algún que otro susto -y alguno nos llevamos nosotros también, para que nos vamos a engañar, pero es que con eso es con lo que nos lo pasamos tan bién- sin llegar a ser una cinta de corte más adulto. Casi podría decirse que sigue la línea de la otrora ‘El Club de la Media Noche’, cuyos protagonistas, al igual que aquí, son adolescentes que se ven envueltos en algún tipo de escarceo con algún espíritu, bruja o algún otro elemento sobrenatural.
Cabe señalar que los efectos visuales son espectaculares, casi tan buenos como los de la nueva ‘Cazafantasmas’. Y aunque en la serie para aquella época no eran nada desdeñables, nada tiene que ver con el despliegue que muestra la cinta en la gran pantalla. Tal vez, el único defecto es que, aquí, la presencia de Jack Black logra que algunos momentos pierdan efectividad. Sobre todo porque en este filme, su presencia realmente no es necesaria y se queda más como un cameo extendido.
Para aquellos que tienen prejuicios a la hora de disfrutar un filme como ‘Pesadillas 2: La Noche de Halloween’, bien sea porque lo consideren un producto más pueril, o por cualquier otro motivo, permitidnos decir que,no os dejéis engañar, el señor Stine no sólo es un guionista y escritor más que solvente. También escribió la historia de la ficción televisiva ‘Eye Candy‘ que tiene poco de infantil, así que, libraros de esos convencionalismos que os lo pasaréis en grande. Y si os quedáis hasta el final os avisamos, ¡Hay sorpresa!.
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