El evento organizado por Cadena 100 el pasado sábado en el Wizink Center contó con un cartel de lujo con nuevos artistas y con grandes nombres del panorama musical.
Si tengo que definir con una palabra todo lo que se vivió el sábado, esa es increíble. No por el concierto en sí, que también, sino por el hecho de tantas personas reunidas por una única razón: luchar contra el cáncer de mama.
Durante casi más de dos horas, podemos decir que la música ganó la batalla: un lleno absoluto, pañuelos, brillos, todo para decir que una enfermedad no nos va a parar.
La encargada de abrir el evento fue Miriam Rodríguez, un show maravilloso que nos dejó claro que la gallega está de vuelta más fuerte que nunca.
Así, el evento proseguía con otros tantos invitados: Nil Moliner y su Libertad, Lorena Gómez, quien se atrevió con un medley de Tina Turner, o Rozalén, quien nos trajo de nuevo su Vivir. Antes de uno de los grandes momentos de la noche, Edurne subió para celebrar con nosotros con su Rosas y champán. A ella le precedieron Chanel y Abraham Mateo, que nos dejaron clavaitos con su actuación para que, después, el sevillano nos sorprendiera con su versión del clásico de Bon Jovi It’s my life.
Álvaro Soler y Conchita nos deleitaron con algunos de sus clásicos y con temas nuevos como Oxígeno antes de llegar a momento más mágico de la noche: miles de personas coreando a una voz Y a ti nadie te quiere el himno del evento compuesto este año por la propia Conchita.
Hubo también actuaciones sorprendentes, como la del dúo entre Beret y el italiano Mr. Rain, interpretando por primera vez Superhéroes en España, o la del gallego Iñigo Quintero que, tras el éxito mundial de su canción Si no estás, estrenaba en el escenario de Cadena 100 por ellas su primer directo.
El broche final de la noche vino de parte de Álvaro de Luna, que estreno con Todo contigo su nuevo trabajo Uno junto a Vicco, que levanto a todo el Wizink con su Nochentera. Ambos dieron paso al último artista de la noche: Sergio Dalma, que recorrió varios de los grandes éxitos de su carrera coreados a pleno pulmón por el público.
Sin duda, un evento mágico en el que la música, de nuevo, ha conseguido unir a la gente para un fin mayor.