Requiem por un sueño es una cinta de la que yo oí hablar hace poco, y de la forma en la que se me presentó no era para nada la vista preliminar que yo me había planteado cuando vi la cinta hace unos días. No conocía con exactitud la trama, ni mucho menos el desbordante y paralizante desenlace.
Se me había dado a conocer como una película más que ves cuando te faltan cosas que hacer, pero no fue hasta que la vi, cuando me cercioré de que se trataba de una cinta de culto que incluso aparecía en libros de cine experto. Y con razón, menudo espectáculo.
Empezaré tratando el tema del…
Reparto
El cual hizo un trabajo excepcionalmente insólito, pero especialmente debo el reconocimiento de tan maravillosas interpretaciones a Jennifer Connelly (Marion Silver) y Ellen Burstyn (Sara Goldfarb). Siempre he dicho lo importante que es el lenguaje corporal en este tipo de cintas tan trepidantes y oscuras, por eso dirijo mis halagos hacía el magnífico grupo de actores que fueron verdaderos genios a la hora de encarnar dichos papeles.
El personaje que más me conmocionó en cuanto a la velocidad de cambios psicológicos y físicos que experimenta fue Sara Goldfarb, que pasa de ser una mujer y madre preocupada por un hijo drogadicto a convertirse ella misma en lo que más temía, haciéndolo de la manera más escalofriante posible.
Visual pero cuidadosa
Mientras transcurría la cinta y me iba haciendo a la idea de la situación de los personajes y hacía donde iba encaminada la cosa, más temor le tenía a las futuras escenas que se me podían presentar, yo al ser una persona sensible en este tipo de temas de cuerpo y sustancias y la manera de reflejar ese estado de los protagonistas en las películas.
Lo que no me esperaba y que significativamente me sacó de mis pensamientos de sufrimiento inacabado fue el montaje de determinados momentos en los que esperabas ver una aguja clavada en un brazo, pero en lugar de algo tan visual, se nos presentó una secuencia de imágenes que no dejaban nada a la imaginación, pero al mismo tiempo permitía el desborde de tus pensamientos, haciendo completamente entendibles las situaciones en las que los personajes consumen drogas.
Desde el punto de vista…
Viniendo de alguien que quiere dedicarse al guion cinematográfico, he de decir que el primer y parte del segundo acto se me hicieron algo lentos y en ocasiones hasta pesados de digerir, pero me di cuenta de que hay que dejar que la trama tenga su desarrollo para que tanto la historia como los personajes evolucionen, que en el caso de esta cinta sufren cambios dramáticos desde los primeros minutos hasta ese final – que en breves analizaré también – tan explosivo. Hay que encontrar el punto de transformación, hasta donde son capaces de llevarles sus adicciones.
La banda sonora
Es una de las mejores que he escuchado en mucho tiempo, ya que conecta de forma maravillosa con esos escenarios de oscuridad, drama, tensión e impaciencia. Una obra maestra de Clint Mansell, porque logra enlazar la historia con los problemas de los personajes a la vez que consigue generar una música que saca el estrés y desquicio del público mientras observa las desesperadas situaciones de los individuos de la cinta.
El final más extremo
Podría utilizar infinidad de palabras desgarradoras y terroríficas para describir el pavoroso desenlace de este film, pero más diría yo que en breves me quedaría sin vocabulario que aplicar. Poco que puntualizar. Es un final sombrío que nos muestra los diferentes destinos que sufren cada uno de los protagonistas, a cada cual nocivo. Sin duda, uno de los finales más feroces y destructivos que – por el momento – he visto en todo lo que llevo de cine visualizado.
De todas las películas – se suele decir – se aprende algo. No es muy complicado sacar conclusiones para darte cuenta de lo que no debes imitar de esta cinta. A sí mismo, y pese a lo muy cargante y aterradora que resulte, es, sin reparo, una película necesaria que debe ser examinada por una gran número de personas, y que, por supuesto, acaba siendo un filme necesario en toda la historia del cine. De los mejores, si es que no es el mejor, trabajos de Darren Aronofsky.
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