La nueva serie original de Atresplayer premium Veneno consigue aunar fantasía y crudeza en un biopic sobre la prostituta trans más famosa de España.
Me da la sensación de que, mientras ‘Los Javis’ (Javier Calvo y Javier Ambrossi) causan opiniones enfrentadas entre el público, no lo hacen así sus productos. Cada ficción que crean consigue superar las expectativas y el sabor de boca que había dejado la anterior. Paquita Salas se ha infiltrado en nuestras vidas. No llorar con La llamada a algunos nos resulta un verdadero reto. Sabíamos lo que podíamos esperar de ‘Los Javis’ pero era difícil imaginar lo que estaba por venir.
Reconozco que nunca sentí interés por ‘La Veneno’. No más que por Belén Esteban o Lidia Lozano. Ni viví su ‘boom’ en los noventa ni mi situación personal me inclinó a buscar en ella un referente. No sabía quién era, no conocía su historia y mucho menos su trascendencia. Que haya nacido en mí una creciente admiración hacia ella es sin duda gracias a Valeria Vegas, que escribió sus memorias, y a ‘Los Javis’, que han convertido estas últimas en ficción.
‘Los Javis’ esta vez nos llevan la mirada a un lugar incómodo
Es esto lo que parece que Veneno pretende: acercar su figura desde un cierto misticismo pero también acompañada de la dura realidad que vivía más allá de los platós de televisión. Lanzar la pregunta al aire de si la televisión la salvó o la condenó.
En el primer y único capítulo disponible, por ahora, se nos presentan tres protagonistas: Valeria Vegas, Faela y la propia Veneno. Irónicamente, es de esta última de la que menos sabemos. Es mencionada en multitud de ocasiones y constituye el hilo conductor que une las tramas de Valeria y Faela, dos mujeres de edades, ciudades y décadas diferentes. La primera, una estudiante de periodismo que apenas está empezando a descubrir quién es. La segunda, una periodista ya curtida que tiene miedo de quedarse atrás. ‘La Veneno’ aparecerá en la vida de las dos y, sin ser muy consciente de ello, las salvará.
La serie más trans de España, no solo por la historia que cuenta sino también por la elección de casting y equipo técnico, logra todavía algo más. Se habla de la realidad de las mujeres trans, una realidad dura, y de su trágica vinculación a la prostitución, algo que ya mencionaría la serie estadounidense POSE. ‘Los Javis’ esta vez nos llevan la mirada a un lugar incómodo. Ese lugar, además, resulta más perturbador por hallarse tan cercano. Como diría la mítica ‘Paca la Piraña’ y reflejando nuestra manera de aproximarnos a estos sectores de la sociedad, «habéis llegado arrasando como si fuéramos ‘animalicos’ en un safari».
Los creadores de la serie encapsulan los grandes estereotipos que han rodeado a la clase obrera en la ficción y les dotan de un nuevo significado
En último término, en esta serie se habla de identidad. Un concepto que nos atraviesa a todos. Que afecta especialmente a las mujeres trans pero también toca a Faela, la periodista que descubre a ‘La Veneno’ de manera fortuita en un intento casi desesperado por demostrar que no se ha quedado atrás como periodista. En la identidad de Valeria son vitales dos agentes: ‘La Veneno’ y, me arriesgaría a decir, su profesora. La primera apuesta por ella como mujer y la segunda, como periodista. Falta por ver qué factores ayudaron a Cristina Ortiz a convertirse en ‘La Veneno’.
Sin duda, un acierto de Veneno y marca de la casa de ‘Los Javis’ son los diálogos genuinos y los personajes auténticos. La reivindicación de las clases bajas. ‘Los Javis’ encapsulan los grandes estereotipos que han rodeado a la clase obrera en la ficción y les dotan de un nuevo significado. Algo que tiene mucho que ver con los aciertos de casting. Lola Dueñas, Mariona Terés y la propia ‘Paca la Piraña’ haciendo de sí misma le añaden un valor especial a la serie. También cuenta en su reparto con nombres tan sonados como Ester Expósito (Élite); Jedet, quién además pone voz a Veneno pa’ tu piel o Desirée, ex-concursante de Gran Hermano. ¿Y a quién no le apetece ver un cameo de La Zowi?
Esto es lo que parece que Veneno pretende […] lanzar la pregunta al aire de si la televisión la salvó o la condenó
Por último, la disección y muestra del periodismo y la televisión le aportan un valor añadido a la serie. Con la mención de la espiral del silencio de Noelle-Neumann, concepto con el que cualquier estudiante de comunicación está más que familiarizado, el primer capítulo parece invitarnos a mirar los próximos episodios despojados de toda visión preconcebida.
Mientras aguantamos esta larga espera hasta que el resto de Veneno se estrene, cabe preguntarse si este biopic conseguirá generar una apertura de miras hacia el mundo trans o si se moverá en un circuito cerrado de un público que ya mostraba un interés inicial en la figura de Cristina Ortiz.
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