Repasamos los nominados de una de las categorías más olvidadas de los premios españoles.
El próximo 10 de febrero, los Premios Goya tendrán su primera celebración en sus 38 años de existencia en Valladolid, ciudad respetada en el ámbito cinematográfico gracias a su querido SEMINCI, una de las muestras cinematográficas más antiguas del calendario español.
Aunque los largometrajes son los más aclamados cada año, es innegable que el cortometraje también alberga joyas en bruto que cumplen sus propias reglas y que siempre han sido relegadas a un segundo plano. Un formato que funciona como un vivero de talento, moldeando el estilo de los cineastas de primera línea del futuro.
A lo largo del año, cientos de cortometrajes conforman los programas de diversos festivales en toda España. Sin embargo, solo unos pocos logran entrar en la codiciada lista de nominados de los Goya. Vamos a repasar esa lista de afortunados, intentando darles el valor que les corresponden.
Porque el cortometraje también es cine y arte.
Aunque es de noche (Dir. Guillermo García López)
Ubicado en la problemática Cañada Real, el corto toma como punto de partida una leyenda para contar una triste realidad. Busca retratar, de la mano de Toni y su mejor amigo Nasser, el paso de la infancia y el miedo al futuro desconocido, mezclando de forma simbólica lo narrativo y lo técnico, el mundo real y el inventado por los protagonistas, usando de forma muy creativa una fotografía bien cuidada y recursos como los filtros el móvil.
Carta a mi madre para mi hijo (Dir. Carla Simón)
Si hay algo que siempre ha mostrado la directora catalana es sinceridad, de la manera más personal posible. Este vuelve a ser el caso de ‘Carta a mi madre para mi hijo’, donde, además de un precioso homenaje a la maternidad, es una pieza fundamental de la filmografía de la directora, marcando aún más la línea testimonial que va caracterizando su cine.
Cuentas divinas (Dir. Eulalia Ramón)
Este cortometraje, que juega con la comedia negra con un trasfondo social importante, muestra la liberación del moralismo a través de la protagonista, Mónica, quien descubre que, tras matar a su marido por una desavenencia poco importante, el crimen puede ser el sustituto perfecto de los ansiolíticos. Sin duda, un imprescindible para tratar también el tema de la salud mental.
La loca y el feminista (Dir. Sandra Gallego)
Se trata de un relato que explora las complejidades de una pareja frente a las cuestiones del feminismo y las responsabilidades domésticas. Ella, cargada con el peso adicional de las tareas del hogar, cuestiona la inconsciencia de él respecto a la realidad de su actitud, al considerarse un feminista comprometido. Un punto de vista interesante sobre las complejidades de las relaciones y las percepciones en torno al feminismo.
Paris 70 (Dir. Dani Feixas)
Uno de los cortos que más premios ha conseguido en lo que va de temporada es ‘Paris 70’, un exquisito homenaje a los enfermos de Alzheimer y a sus cuidadores, a todos aquellos familiares que sin ser profesionales se ven abocados a ser enfermeros en un escenario hostil y plagado de impotencia. Sin duda, un conmovedor guion y una cuidada puesta en escena que te hará soltar alguna lágrima (o romperte por completo).
Otros cortos destacados:
Queremos hacer mención a otros cortos seleccionados que también merecen un visionado:
· ‘Ava’, dirigido por Mabel Lozano, retrata la crudeza de la esclavitud sexual en un relato que empieza tan cotidiana que asusta. Sin duda, un buen contrincante en la categoría de Mejor Cortometraje Documental.
· ‘Herederas’ es un homenaje al legado de todas esas mujeres europeas, casi todas desconocidas hasta ahora, que lucharon por reivindicar sus derechos fundamentales.
· ‘Todo bien’, ubicado en el confinamiento que provocó la pandemia, juega con el surrealismo y el absurdo para despertar un par de sonrisas en esta nueva realidad que vivimos.
· En el caso de ‘Txotxongiloa’, que no te engañe por su título difícil de pronunciar, porque es una animación increíblemente cuidada con una historia mucho más profunda: un marioneta femenina, encerrada e inmóvil, va añadiendo cuerdas a su cuerpo que la van ayudando a moverse. Pero esas cuerdas tienen un significado: está relacionadas con un aspecto de la problemática social de la mujer, como son el cuerpo, la igualdad o el género.