Señoras y señores, brujas y brujos, ¡muggles incluso!, por fin ha llegado la tan esperada fecha: 16 de noviembre de 2018. ¡Las peripecias de Newt Scamander continúan!
La segunda entrega, dirigida por David Yates, nos propone diversas tramas que irán preparando el terreno para las cintas posteriores. Sin embargo, que sea una película nexo no le resta identidad o encanto. Al contrario, nos permite fantasear sobre las posibilidades de este regalo que J.K. Rowling y Warner han hecho a tod@s los fans del universo Harry Potter. Y, además… ¡Volvemos a Hogwarts!!!!!
Pero vamos por partes. Para empezar, la historia, teniendo en cuenta la gran cantidad de información que presenta, se sigue muy bien. Es cierto que conviene llevar la anterior película fresquita porque no hay tregua y desde el primer segundo continuamos por donde lo dejó la anterior, sin preámbulo ni elementos introductorios. Pero enseguida nos metemos de lleno en esta nueva propuesta en la que la acción no cesa en ningún momento.
Esto no sólo hace que las dos horas y cuarto de metraje pasen en un suspiro, sino que, además, gracias al extraordinario despliegue de efectos especiales, es posible que sintáis que no estáis en la sala de cine, sino en Nueva York, París y el interior de la maleta del señor Scamander…
La interpretación de Jude Law (Albus Dumbledore) y Johnny Depp (Grindelwald) son lo suficientemente buenas como para que nos creamos los personajes. De hecho, me alegra muchísimo que Deep se haya desvestido de Jack Sparrow -¡aleluya!- para adoptar un registro más oscuro y frío, de líder fanático capaz de lo que sea por la causa.
Por su parte, la versión más joven del futuro director de Hogwarts, posee ese carácter enigmático, inteligente, original y cálido que nos es familiar, aunque con menos reserva.
El ambiente se vuelve más gótico y tenebroso, como los sentimientos que empiezan a aflorar conforme los planes de Grinderwald salen a la luz en una Europa cada vez más convulsa (ahí lo dejo). Las tramas se complican, pero, entre medias, la pureza de las criaturas que tanto fascinan a Scamander y el sentido del humor que suele nacer de la inocencia, nos darán algo de luz. Por cierto, cuidado con el efecto zouwu, no se sale inmune.
Además, sabremos un poquito más de la vida de los protagonistas -reconozcámoslo, nos encanta conocer la vida y milagros de todos los personajes del universo Rowling- y conoceremos nuevos personajes (en algunos casos, será más bien un reencuentro).
En resumen, una película que va a fascinar a l@s fans del universo Potter con todos los ingredientes que esperábamos encontrar (¡y más!)
