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Crítica Peter, El Musical: no dejarás de creer en Campanilla nunca jamás


El Teatro Alcázar de Madrid acoge este espectáculo, basado en el clásico homónimo de James Mathew Barrie, hasta el 30 de junio


“Un día llega a mí la calma, mi Peter Pan hoy amenaza, aquí ya hay poco que hacer”. El paso de la niñez a la edad adulta comienza, como dice El Canto del Loco, con el adiós al niño que no quería crecer. Una ardua y triste despedida por la que pasamos sin querer. De distinta manera, incluso rechistando, nadie se queda mirando. Ser mayor no es un camino de baldosas amarillas como el Dorothy o de rosas, el que siguió Alicia, son arenas movedizas, pequeños pero rápidos pasos entre toneladas de peluches, muñecos y puzzles, desperdigados en nuestra memoria en cajas. Recuerdos en forma de sombras que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida para recordarnos aquellos tiempos en los que creíamos fielmente en las hadas y nuestra única preocupación era volar hasta el País de Nunca Jamás.


“¿Será que me habré hecho mayor? Que algo nuevo ha tocado este botón”. Tras un año y medio de gira por España, el Teatro Alcázar de Madrid pone en pausa nuestra clepsamina para que volvamos a soñar, a tener el brillo en los ojos y a disfrutar como un niño con ‘Peter, El Musical’. Estrenado en 6 países con más de 5 mil representaciones, pasando por escenarios como el Garrick Theatre de Londres y conquistando a más de 5 millones de espectadores, pequeños y mayores podrán disfrutar hasta el 30 de junio de este cuento teatral emocionante, bello, mágico, con mucho corazón y alma. Esta coproducción de Theatre Properties y Grupo Eventix, basada en el clásico homónimo del escocés, James Mathew Barrie, una de dos, o te hace desempolvar tus juguetes o decirle a tu hijo, nada más terminar la función, que no crezca jamás.



“A veces gritas desde el cielo, queriendo destrozar mi calma” y es que ‘Peter, El Musical’ es “un relámpago azul” que cuando nos alcanza, electrifica nuestra inocencia perdida. Tras unos cuantos espectáculos a la espalda, he de reconocer que durante dos horas y cuarto me quedé embobado, como los niños allí presentes, al ver lo que sucedía en el escenario. Aunque el argumento es popularmente conocido, este show es un recap, en mi caso, de cuando era Peter Pan, con disfraz incluido. En efecto, esta obra te hace ver la vida, a través de los ojos de Carlos González, actor que interpreta al pequeño Michael, como un juego de críos, donde riéndonos y equivocandonos, podemos sacarle su lado más mágico, a pesar de que la realidad sea completamente distinta.


“Si te llevas mi niñez, llévate la parte que me sobre a mi”. Piratas, indios, sirenas, niños perdidos y un hambriento cocodrilo, personajes variopintos que no pueden faltar. Miles de aventuras para vivir en una escenografía en la que querrás volar. ¡Doy fe de ello!. Desde la recreación de una casa londinense de ensueño hasta el prestigioso Jolly Roger, el barco del temido Capitán Garfio, esta puesta en escena, totalmente renovada con la última tecnología en luces, sonido y vuelos, acerca al público el País de Nunca Jamás. Un vestuario espectacular y colorido junto a coreografías y acrobacias de una belleza de infarto convierten a este espectáculo en una experiencia universal y legendaria para disfrutar en familia o con amigos.



“Cuando te marches creceré, recorriendo tantas partes que olvidé” y es que ‘Peter, El Musical’ cuenta con un elenco que deja huella sin saberlo. Aunque al principio puede chocar por su modernidad, el quid de la cuestión de este espectáculo radica en la combinación de estilos anacrónicos, desde la ópera, el pop más comercial, el rock, el flamenco hasta los ritmos más sureños y cherokees. Intérpretes entregados a la causa que logran que el tiempo pase en un suspiro. El histrionismo de Laura Muriel, la profesionalidad de Carlos Benito, la inocencia de Vanesa Fernández, la dulzura de Ángels Jiménez, el control de Carlota Sájara y el arte de Jesús Lara, por mencionar algunos de los miembros de la obra, hacen magia en el teatro. Una pena que no pudiera ver actuar a Silvia Villaú, aunque en el pase gráfico del show, me dejó encandilado.


“Espero que no vuelva más, que se quede tranquilito como está”. El Canto del Loco se equivocaba cuando compuso esta canción. El Teatro Alcázar de Madrid con ‘Peter, El Musical’ nos recuerda que aunque nos hagamos mayores, no dejemos escapar nuestro niño interior porque la vida hay que verla y disfrutarla siempre con un poco de polvos de hada. Hasta el 30 de junio, tu imaginación volará hasta el País de Nunca Jamás y sino que “Campanilla te cuide y te guarde”.

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