Donald Glover no es Brad Pitt, pero su versión de Sr. y Sra. Smith para Prime Video no necesita a Brangelina.
El versátil actor, escritor, director, músico y comediante Donald Glover fue una elección intrigante para desarrollar una serie basada en Sr. y Sra. Smith (2005). La comedia de acción de mediados de los 2000 es recordada principalmente por sus repercusiones detrás de cámaras, con el comienzo del romance entre sus protagonistas: Brad Pitt y Angelina Jolie. Aunque tiene sus méritos -su premisa es simple pero efectiva y Doug Liman sabe como dirigir acción- a simple vista no parecería el tipo de proyecto que Glover tomaría después de su multipremiada serie Atlanta.
Pasar de ese trabajo tan personal a un remake de una comedia de acción parece un cambio de rumbo para el director, pero no lo es. Glover, quien encarna a John Smith en la serie además de ser su creador, ha dicho en entrevistas que su interés en el proyecto fue el de crear una serie para ver en pareja. Y vaya si trajo consigo una mirada personal.
La misión más peligrosa será el matrimonio
La trama de esta versión de los Smith sigue a dos completos desconocidos que son reclutados para transformarse en un matrimonio de agentes secretos. La clave es que las parejas pasan más desapercibidas que los lobos solitarios, y es así como los personajes de Glover y Maya Erskine (PEN15) recién se conocen cuando ya están legalmente casados.
Lo que vemos en los siguientes capítulos es el desarrollo de esta relación en todas sus facetas: incomodidad, atracción, enamoramiento, celos, peleas, reconciliaciones, etc. En todo este proceso, Glover y Erskine tienen una gran química y venden con muchísima naturalidad esta relación floreciente. Sin embargo, la Sra. Smith está escrita con desventaja respecto a su esposo, ya que cuesta un poco empatizar con ella, aunque Erskine se encarga de navegar muy bien las complejidades del personaje.
Lejos están este par de ser Brangelina, pero Glover se encarga desde la primera escena en dejarnos claros que para ver a Brangelina, ya existe la película. Esta nueva versión está mucho más interesada en explorar todas las caras de la relación amorosa, por encima de la trama de espías que también seguimos durante la serie.
Una relación surrealista
Quienes conozcan los trabajos anteriores de Glover y su frecuente colaborador Hiro Murai (Barry, The Bear) esperarán un tono particular de la serie, y sin duda que está presente. Si bien no estamos delante de un trabajo tan surrealista como ciertos momentos de Atlanta o Barry, el universo de la serie tiene sus momentos de irrealidad.
Como destacamos antes, las misiones a las que se enfrenta el matrimonio Smith son una excusa para explorar los temas de pareja, por lo que este mundo no tiene problema en doblarse a las necesidades de la historia. Por esto no tiene sentido esperar una serie realista al 100%, sino una que está más interesada en mantenerse entretenida y enfocada en sus personajes, antes que justificar cada resolución mágica de su trama de espías.
Esto está acompañado de un tono muy particular, que Glover y Murai han manejado muy bien en otras series. Un balance excelente de momentos de humor cotidiano seguidos de situaciones insólitas que pueden incluir violencia hiperrealista, pero siempre sabiendo como pasar de la comedia al drama cuando la historia lo requiera.
Cada capítulo de la serie se concentra en una misión y un aspecto de la pareja distinto, lo que hace a cada entrega única a su manera. Pero además, esto es elevado por un gran elenco de estrellas invitadas que van apareciendo sorpresivamente en cada episodio, a veces por solo una o dos escenas.
En definitiva, Sr. y Sra. Smith es una excelente adición al catálogo de Prime y una nueva demostración del talento de todos los involucrados, tanto frente como detrás de cámaras. Si bien no es la expansión de la película de 2005 que uno esperaría en primera instancia, el resultado es mucho más interesante y entretenido.
Estamos frente a uno de los pocos casos en que un remake logra superar a la original.
Felicitaciones, Sr. Glover, misión cumplida.
